Con unos vasos, un poco de agua, pintura de dedos y unos pinceles hemos trabajado los colores.
Primero hemos visto que el agua no tiene color.
Hemos puesto un poquito de pintura en cada vaso y hemos removido con el pincel.
¡Ahora si que tiene color!
¿Y si los mezclamos de dos en dos?
Con amarillo y azul ¡se convierte en verde!
Con amarillo y rojo ¡se convierte en naranja!
Con rojo y azul ¡se convierte en morado!
¡ Qué divertido jugar con los colores!
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